El subgénero Slasher ha brindado fuertes eminencias del cine de terror, y nadie duda que Leatherface (Cara de cuero) sea una de ellas. Desde su primera aparición en La masacre de Texas (Tobe Hooper, 1974), el gigante retrasado desplegó un festín de sangre y tripas con las que el público no se cansa de mancharse, en dos y tres dimensiones.
La historia de Jedidah Sawyer y su familia entretiene a los fanáticos hace décadas, resaltando matices diferentes de la atormentada vida de un adulto que nunca pudo dejar de ser un niño, siendo éste el drama cinematográfico que asegura el éxito de cada entrega. Por eso parece lógico que la tendencia de los distintos guionistas a cargo de la franquicia sea la de hurgar en los orígenes del asesino, en las razones que lo llevaron a convertirse en un maníaco que se entretiene destripando a cada grupo de jóvenes que pasan por su granja para luego usar las pieles de sus rostros como máscaras.
Pero aunque dicha premisa es una fórmula imbatible y el núcleo dramático se expande sobre las relaciones entre el perturbado Jed y sus parientes psicópatas, los escritores insisten en hurgar dentro de lo que podríamos llamar la "naturaleza malvada" del loco de la moto-sierra. Es así como el guionista Seth Sherwood aprovecha ésta nueva entrega para mostrarnos parte de la niñez y adolescencia de Leatherface, desplegando las aparentes razones que lo llevaron a convertirse en el asesino más sangriento de Texas.
SINOPSIS
Wikipedia: La película torna años antes los sucesos de la cinta original en la que Jed Sawyer (Sam Strike) un niño de 10 años se convierte en el infame Leatherface. Jed, un joven el cual fue puesto encerrado injustamente, escapa de un Hospital psiquiátrico de Texas junto a unos reclusos, Bud (Sam Coleman), Ike (James Bloor) y Clarice (Jessica Madsen) para llegar a su libertad, pero entre ellos una joven enfermera Lizzy (Vanessa Grasse) es secuestrada por el grupo y son perseguidos por el Comisario Hartman (Stephen Dorff) quien busca venganza por la muerte de su hija a manos de los Sawyer.
TRAILER
CRÍTICA: 7/10
La película de Alexandre Bustillo y Julien Maury entretiene y cumple con la dosis de Gore exigida, sus personajes están bien caracterizados y la trama es interesante, pero no logra sumarle nada nuevo a nuestro querido cara de cueroo a sus anteriores filmes. El joven Jed sufre las injusticias de un sistema que lo persigue y lo reprime hasta que, en el momento de mayor impotencia, es acogido por una familia que le da sentido a su rencor, y es en ese punto donde la semilla del mal logra germinar, y no antes. Es la malévola inestabilidad mental de los Sawyer la que despierta la violencia asesina en su interior, hecho que los fanáticos de la franquicia ya saben, y que quizá ya no haga falta repetir.
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| The texas chainsaw massacre (Tobe Hopper, 1974) |
La historia de Jedidah Sawyer y su familia entretiene a los fanáticos hace décadas, resaltando matices diferentes de la atormentada vida de un adulto que nunca pudo dejar de ser un niño, siendo éste el drama cinematográfico que asegura el éxito de cada entrega. Por eso parece lógico que la tendencia de los distintos guionistas a cargo de la franquicia sea la de hurgar en los orígenes del asesino, en las razones que lo llevaron a convertirse en un maníaco que se entretiene destripando a cada grupo de jóvenes que pasan por su granja para luego usar las pieles de sus rostros como máscaras.
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| Concept art de Greg Rutkowsky para Mortal Kombat X |
Pero aunque dicha premisa es una fórmula imbatible y el núcleo dramático se expande sobre las relaciones entre el perturbado Jed y sus parientes psicópatas, los escritores insisten en hurgar dentro de lo que podríamos llamar la "naturaleza malvada" del loco de la moto-sierra. Es así como el guionista Seth Sherwood aprovecha ésta nueva entrega para mostrarnos parte de la niñez y adolescencia de Leatherface, desplegando las aparentes razones que lo llevaron a convertirse en el asesino más sangriento de Texas.
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| Leatherface (2017) |
SINOPSIS
Wikipedia: La película torna años antes los sucesos de la cinta original en la que Jed Sawyer (Sam Strike) un niño de 10 años se convierte en el infame Leatherface. Jed, un joven el cual fue puesto encerrado injustamente, escapa de un Hospital psiquiátrico de Texas junto a unos reclusos, Bud (Sam Coleman), Ike (James Bloor) y Clarice (Jessica Madsen) para llegar a su libertad, pero entre ellos una joven enfermera Lizzy (Vanessa Grasse) es secuestrada por el grupo y son perseguidos por el Comisario Hartman (Stephen Dorff) quien busca venganza por la muerte de su hija a manos de los Sawyer.
TRAILER
CRÍTICA: 7/10
La película de Alexandre Bustillo y Julien Maury entretiene y cumple con la dosis de Gore exigida, sus personajes están bien caracterizados y la trama es interesante, pero no logra sumarle nada nuevo a nuestro querido cara de cuero
