DENTRO DE LA PIRÁMIDE: COLUMNS III

“Con B cambiás y con A y C le subís la pared al otro” le digo a cualquiera que tome el joystick del sega génesis y se disponga a jugar por primera vez al Columns III. Pero me quedo corto, y un segundo después las preguntas llueven de su boca como las tríadas de gemas y rubíes llueven de la parte superior de la pantalla, cada vez más rápido, y me doy cuenta que no hay otra manera de aprender que no sea jugándolo.

Columns III: Revenge of columns (1993) es la tercera entrega de uno de los juegos tipo puzzle más exitosos de sega, y consiste en juntar en líneas verticales, horizontales y diagonales tres o más gemas, que al tocarse desaparecerán, brindándote un puntaje acumulativo que permitirá elevar el piso de tu oponente.

 

Una intro de música árabe -que los más competitivos percibimos como un “Round one, fight!” de Shao Khan- da inicio a una batalla donde el más ágil y astuto vencerá, y aquél que cometa más errores será derrotado, aplastado por un muro egipcio y dejando noqueado a tu pollo. Porque así es el mundo del Columns III, donde blancas gallinas japonesas conviven en un mundo de pirámides antiguas y poderes ocultos, donde cada combinación de gemas puede sorprenderte con un regalo del cielo y aumentar tu poder. 

En su modalidad de 1 player -que recomiendo jugar en hard- te enfrentarás a distintos oponentes, a los que deberás derrotar en menos de 3 rounds, usando tus combinaciones de gemas con inteligencia y rapidez. Cada oponente posee su “personalidad” en el juego, y así como el esqueleto no te dará tregua al levantar tu pared, la serpiente de cascabel esperará a que lo hagas para devolverte el favor, mientras la hipnótica banda sonora del juego aumenta su tempo a medida que te acercas irremediablemente a la parte superior de la pantalla.

Pero siempre hay una vía de escape, una esperanza, una combinación exitosa que derivará en otras y te premiará con una brillante gema que, combinada con sus gemelas, hará que la zona de tu enemigo sufra un hechizo, desde la pérdida de color de todas sus gemas hasta ponerlo de cabeza, pasando por la imposibilidad de mover sus columnas o aumentar la velocidad de caída de las mismas. Cada veinte líneas conseguidas, una brillante columna te será enviada, y deberás usarla con criterio, ya que cada combinación te dará una ventaja distinta: bajar tu pared, eliminar todas las gemas del color tocado o -mi preferida- subir la pared de tu oponente sin necesidad de puntaje. No parece haber límites para el poder y la agonía dentro de la pirámide del Columns, y te verás envuelto en una montaña rusa de éxitos y fracasos, de sorpresas y desdichas, de victorias y derrotas, hasta llegar por fin a la cima y vencer a la temible esfinge.

Link para jugar al Columns III: http://www.ssega.com/columns-3-revenge-of-columns

CRÍTICA: 10/10
Los entendidos sabrán apreciar su mística y los novatos conocerán un puzzle game que nada tiene que envidiarle al Tetris o al Puzzle Bobble, y volverán a él aunque las consolas y los videojuegos evolucionen en gráficos y gameplays, y tal vez, así como hice yo, tengan siempre a mano su sega génesis para invitar a jugar a un amigo, divertirte con tu novio/a o viciar hasta altas horas de la noche.